Las magdalenas ya horneadas se pueden congelar una vez frías, en el mismo molde metálico para magdalenas en el que las hemos horneado para que no se peguen, y después envolverlas en papel film y guardarlas en el congelador en una bolsa con cierre zip. Aguantan así hasta seis meses y podemos descongelarlas cuando nos apetezcan a temperatura ambiente (tardan unas dos horas).
Aunque si están tan ricas y jugosas como estas, tenemos que ser precavidos y reservarlas, pues como las llevemos todas a la mesa no quedan para congelar… Y es que llevan naranja entera, pulpa y ralladura, y quedan húmedas y muy sabrosas.
Ingredientes
- 4 huevos
- 200 gr azúcar
- 220 gr harina de trigo
- 200 ml aceite de oliva suave
- un sobre de levadura
- media naranja (pulpa y piel)
- 1 cucharadita de agua de azahar
Pasos
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Trituramos la media naranja en el vaso de la batidora hasta que quede bien fina. Reservamos.
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Batimos los huevos, que los tendremos a temperatura ambiente, con el azúcar con ayuda del accesorio de varillas hasta que queden espumosos. Incorporamos la naranja triturada, el aceite, el agua de azahar y un pellizco de sal.
- Tamizamos la harina con la levadura y la incorporamos a cucharadas integrándola bien en la masa de modo que no queden grumos.
- Rellenamos los moldes de las magdalenas (que los hemos dispuesto sobre un molde metálico para magdalenas o muffins) hasta los dos tercios y espolvoreamos de azúcar por encima y bolitas de chocolate si queremos.
- Horneamos en el horno precalentado a 200ºC entre 15 y 20 minutos.
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Dejamos enfriar sobre una rejilla antes de servir.
¡Buen provecho!